domingo, 15 de enero de 2012

El charco. [Capítulo 3.]

Pasé toda la tarde pensando en eso que me dijo Jake y buscándole un significado, estaba muy confusa... "Corre si quieres mientras que del miedo huyas." ¿Que significaría eso? Deseaba saberlo...

-Bely.
-...
-¿Bely? ¿Eeoo? -Anabel me zarandeó.
-A-ay, lo siento. Estaba pensando...
-¿En qué? ¿Es un chico? ¿Cómo se llama?
-Pues... No, no es un chico...

Anabel sacó su BlackBerry y miró la hora.

-¡Hostias! Que son las nueve y mi madre nos esperaba a las nueve menos diez...
-¡Corre! -La cogí de la mano y salimos a correr hacia la salida del centro comercial, afortunadamente la madre de Anabel aun estaba allí.

-Pero bueno, mira a quien tenemos aquí. Ya era hora, Anabel.
-Lo siento mamá... Es que Bely estaba mareada y...
-¿Eh? -Miré a Anabel, me daba golpecitos con el codo.- Ah, sí... Un mareo... Uff...
-Bueno niñas, vamos, que se hace tarde. Bely, ¿tú te quedas en nuestra casa o te llevo a la tuya?

Anabel me miró asintiendo, queriendo decirme que me quedase en su casa.
-Me quedo en vuestra casa, Luisa.

Fui por todo el camino pensando en Jake.
De repente, el coche chocó bestialmente con un camión de mudanzas. Cerré los ojos con fuerza y cuando los abrí no había nadie en el coche, estaba sola en el asiento de atrás, y Jake apareció a mi lado.

-Bely... Las cosas están empeorando... Ven conmigo... A mi mundo... Podemos ser felices, de verdad...
-Jake... Yo... No puedo dejar mi mundo atrás...
-Corre si quieres mientras que del miedo huyas...
-¿Qué significa eso? ¿Y por qué quieres que vaya contigo?
-Porque yo... Tú y yo...

Desapareció, todo volvió a la normalidad, la madre de Anabel conducía, Anabel escuchaba música, y yo pensaba. ¿Qué estaba pasando?

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