miércoles, 7 de marzo de 2012

El charco. [Capítulo 9.]

Los brazos mecánicos que me sujetaban se soltaron de repente y pude levantarme de la cama, pero fue en vano, pues la puerta de la habitación estaba cerrada con llave, pude comprobarlo cuando me acerqué a ella e intenté abrirla sin éxito.
Pasé una mano por mis labios ensangrentados debido al golpe y vi que en mi camiseta había salpicado la sangre. Pero, ¿qué pasaba? Yo ese día llevaba una sudadera azul, unos pantalones negros y unas deportivas azules y blancas... Pero mi ropa era blanca en ese momento, y de verano además, pantalón corto, camiseta de mangas cortas y estaba descalza.
Había tanto silencio que pude escuchar que alguien tenía la oreja pegada a la puerta, oía su respiración. Me acerqué lentamente de nuevo y procurando no hacer ruido.

-¿Hola...?

Aquella persona, si es que era una persona, dio dos golpecitos a la puerta.

-¿Hay alguien detrás de la puerta...?
-Yebmirisei kandá ehhe...
-¿Qué? No te entiendo. Repítelo.
-Yebmirisei kandá ehhe.
-Sigo sin entenderte, tu idioma y el mío no son los mismos. ¿Tú me entiendes a mi? Da un golpe si me entiendes y si no me entiendes da dos golpes.

Aquel ser dio un golpe. Esbocé una sonrisa, me sentía rara, tenía miedo y estaba segura a la vez...

-¿Puedes sacarme de aquí?
-No, no puede.
-¿Y tú quien eres?
-¿No me recuerdas? Soy yo...
-¿Quién?
-Sam... De pequeños jugábamos siempre por las playas de Neyrim. Blyx, tienes que recordarme, joder.
-¿Sam? ¿Las playas de Neyrim? ¿Blyx? Pero... Yo me llamo Bely y... No te conozco...
-¿Bely? ¿Otra vez con tus bromas? Pues no es la mejor situación que digamos...
-Que no, que no, enserio, no te conozco de nada, me llamo Bely. ¡Este no es mi mundo!

Se escuchaban pasos al fondo y una voz que decía "fuera" todo el tiempo. Oí como ese tal Sam y la otra persona salían corriendo.

-Con que Bely, ¿eh? -Esta vez se trataba de una mujer.-
-¿Quién eres tú?
-A ti voy a decírtelo, ser inferior...
-Dímelo.
-¡VUELVE A LA CAMA!

Una extraña honda me empujó hacia la cama haciendo que me tumbase de nuevo y que esos brazos me sujetaran otra vez. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba?

No hay comentarios:

Publicar un comentario